miércoles, 25 de mayo de 2011

Maseca o la destrucción de los hombres del maíz


Según los cuentos que los mayas originarios relataban a sus niños, el primero de los hombres fue concebido a partir del maíz, esta historia puede encontrarse en el Popol Vuh, que recapitula diferentes cuentos de los mayas guatemaltecos, explicando mediante la narración, algunas de las claves de la formación y costumbres de la cósmica cultura que habitó en el sur de México y Guatemala.

No deja de ser curioso, más allá de esta fábula, que la mayoría de los que actualmente son considerados como descendientes de los mayas originarios, basen su precaria dieta diaria en el consumo de tortillas elaboradas con el grano molido del mismo maíz. Los más pudientes, rellenen las tortillas de quesillo, pastor, pollo o ensalada, consistiendo estas tortillas en un mero complemento a la comida o plato principal, podríamos compararlo al uso que los europeos dan al pan. Sin embargo los más pobres entre los pobres, acostumbran a rellenarlo con algunos frijoles refritos, quizás un poco de calabacita o algunos granos de arroz y cuando no hay nada, ni modo, un poco de sal y a esperar que el buche quede lleno.

Es por esto que podemos llegar a la conclusión de que en el sur de México y Guatemala, más que decir que los hombres nazcan del maíz, podríamos comentar que este grano milenario es el producto básico e indispensable en la supervivencia de miles de estómagos, principalmente indígenas, que no nacen del maíz, pero que sobreviven gracias a él.

Pero más allá del mero hecho de constituir un preciado y único alimento, el maíz involucra toda una cultura de vida arraigada en la evolución de los pueblos mayas a lo largo de la historia. Al despuntar el alba, miles de sombreros mexicanos acompañan a filosos machetes entre selvas, brumas y montañas hacia la milpa, el preciado baluarte de donde se extrae cuidadosamente el preciado grano, al precio del cansancio y las manos desgarradas del que pide permiso a la tierra antes de violar su fértil feminidad. Después las laboriosas mujeres se encargaran de molerlo manualmente y prepararlo posteriormente sobre el comal rojizo en algunas de sus innumerables formas, ya sean tortillas, pozol, atole, pan de elote u otra de las miles de maneras en las que puede ser cocinado. El círculo quedará cerrado con el consumo de este por las diferentes personas de la comunidad, recibiendo de este la energía necesaria para el trabajo del día posterior. Del amanecer al anochecer el maíz es una constante en la vida de todas y cada una de estas personas conocidas como hombres y mujeres del maíz.

El teatro de la globalización vuelve a abrir sus aniquiladoras cortinas para representar una nueva obra que vuelve a retratar la opresión y el despojo que día a día sufren todos los pueblos indígenas; esta vez los actores principales son la perdida de la soberanía alimentaria de los pueblos y un grupo de empresarios sin patria lamiendo el ano de su ego con sabor a oro.

Las calles de la antigua Jovel, más tarde Ciudad Real y ahora San Cristóbal de las Casas se pueblan de pequeños centros del crimen alimenticio que pretenden eliminar toda una cultura que ha perdurado durante siglos, envenenando a las personas con la venta de tortillas de maíz que no provienen de la sagrada tierra sino que provienen de la mente mezquina de empresarios codiciosos decididos a la privatización de hasta la última semilla, brote o flor que nazca en cualquier rincón de la maltrecha naturaleza.

Maseca es el la horrenda obra que se reproduce constantemente aquí y allá por gracia y suerte del señor Carlos Salinas de Gortari, antiguo presidente de la república, reconocido por sus singulares características, que hacen de el un autentico genocida y vendepatrias; conocido también por sus actuaciones en el sur de Chiapas durante el levantamiento zapatista, que tantos disgustos le trajo, vive actualmente en Irlanda tras escapar de la justicia acusado de numerosos casos de corrupción , pese a la distancia, continua explotando a los mexicanos.

Maseca es actualmente la líder en venta de harina y tortillas de maíz en México. Mediante la utilización de millonarias sumas de dinero en campañas publicitarias que pretenden mostrarla como una empresa altruista y constructiva para los mexicanos, se esconde una realidad monopolística a nivel empresarial, destructiva a nivel cultural y perjudicial en lo que respecta a la salud, ya que utilizan semillas de maíz transgénico elaborado por la multinacional Monsanto.

Monsanto es un monstruo empresarial creado hace más de 100 años en Estados Unidos, en un principio dedicada a la creación de plásticos y químicos, decidió pasarse a la creación de herbicidas en los años ´40 y desarrollar posteriormente un control absoluto sobre la producción agrícola en el mundo, exterminando variedades criollas de todo tipo de semillas e inundando el mercado de sus semillas transgenicas, lo que ha ocasionado la privatización de los productos del campo y la afectación de la salud de aquellos que los consumen ingenuamente.

Las tortillas de Maseca son elaboradas con maíz BT, el cual está modificado genéticamente con una bacteria llamada Bacilus Thuringiensis, proveniente de un insec
ticida natural que se encuentra en la tierra. Las semillas transgénicas están modificadas con la intención de que sean estériles una vez dan sus frutos, de esta manera los campesinos están obligados a pagar nuevas semillas cada temporada de siembra. Además necesitan de una gran cantidad de agroquímicos perjudiciales para la salud de los consumidores. Son semillas invasoras que están destruyendo la gran diversidad de semillas criollas existentes en México, lo que ha resultado en que Mexico se convierta sorprendentemente en un país importador de maíz; el 25% del maíz consumido en México proviene de EEUU.

Es urgente y necesario concienciar a las personas sobre el impacto del consumo de este producto, tanto a nivel económico como social o sanitario para de esta forma parar este ecocidio basado en la biopiratería, que se alimenta del desconocimiento y la ingenuidad de las personas que lo consumen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario